Hace algunas semanas atrás leí en el diario local la idea de la municipalidad de potenciar históricamente el Cementerio Municipal de Talca y el ofrecimiento de algunos profesionales para desarrollar el tema.
Lo cierto es que, hace un par de años atrás, presentamos un proyecto al FONDART que hablaba precisamente del tema, pero desde un ángulo más artístico y visual. Lamentablemente, el proyecto fue rechazado por aspectos administrativos, ya que la idea fue considerada excelente.
Desde ese entonces y desde antes, la idea de capturar y plasmar la arquitectura de los cementerios ha sido una constante en mi hobbie fotográfico. Gracias a mi trabajo he desarrollado la capacidad de ver belleza en lugares que, quizás, muchos no comparten y que me han entregado momentos de gran luminosidad, a pesar de lo oscura, siniestra o dramática imagen que pueda entregarme tal o cual lugar.
Teniendo, además, la posibilidad de viajar por toda la zona de la región del Maule, recorriendo lugares pequeñísimos, aldeas encerradas entre cerros y pequeños oasis de nuestro paisaje, he podido encontrar algunos lugares de descanso eterno tan pequeños, algunos tan pobres, pero tan dignos como el que más. Cuando tengan la posibilidad de hacerlo, viajen a visitar el cementerio de Huerta de Maule o el Corinto, que aunque muy humildes en su paisajismo, son una joyita de la jerarquía campesina.
He aquí, una pequeña muestra de algunas de esas hermosas imágenes.
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